Tantra y yoga asana
La danza sagrada entre el cuerpo la energía,
y el universo
El Tantra Yoga es el susurro más antiguo del yoga. Es la raíz primigenia desde la cual brotan todas las demás ramas, un camino que no se apresura ni se impone, sino que respeta el ritmo profundo del cuerpo y lo acompaña con la paciencia del amanecer.
En esta práctica, no hay lucha contra el tiempo ni exigencia de resultados inmediatos. Hay una entrega paulatina, paso a paso, respiración a respiración, como quien aprende a escuchar el latido secreto de la tierra y a moverse en sincronía con el pulso eterno del cosmos.
El arte de vivir en el ritmo del universo,
habitando plenamente el templo sagrado del cuerpo.
Cada secuencia, desde el Saludo al Sol hasta el Saludo a la Luna, es un acto de reverencia a las fuerzas que mueven el universo. En la expansión y la contracción de los músculos, en la suave apertura de los ligamentos, en el silencioso despertar de los huesos, se revela el poder dormido que habita en nosotros.
El Tantra Yoga no solo fortalece el cuerpo: lo convierte en un altar. A través del movimiento consciente y la respiración guiada, las glándulas se activan como motores de acción y emoción, el sistema nervioso se aquieta, y cada célula se nutre con el néctar del oxígeno puro y del prana vital.
Así, la práctica se transforma en un viaje interior: un reencuentro con nuestra esencia, una comunión con el orden natural, un fluir sin resistencia con la marea cósmica.
En Tantra Yoga no buscamos la perfección del movimiento, sino la armonía del ser. No hay meta más allá del presente. No hay destino más allá de este instante sagrado donde el cuerpo, la mente y el espíritu bailan juntos en unidad.
